jueves, 2 de octubre de 2008

Inshallah

Inshallah
Ramón Serrano G.

A veces da incluso miedo pensar hasta adonde llegará el hombre en el futuro con sus investigaciones y descubrimientos. Se vuelve a decir aquello de: “cosas veredes mío Cid, que farán fablar las piedras..” y si ya por otros entonces, y en el ámbito verbenero de La Paloma, Sebastián y Don Hilarión se admiraban de que:..hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad,.. no sé que afirmarían en estos tiempos el boticario y su amigo.
Pero hemos de reconocer, porque es palmario y frecuente, que pese a sus inmensos estudios que le han llevado a realizar descubrimientos increíbles y a obtener logros inconmensurables, el hombre se encuentra a veces en situaciones ante las que sabe que nada puede hacer y por ello tiene que, más o menos pacientemente, exclamar abandonándose a su suerte: “Inshallah”: que sea lo que Dios quiera, u ojalá, si así se prefiere.
Resulta que se ha avanzado tanto desde ayer a hoy, que ya nos causa extrañeza si algo impide que Elpidio y Ranjit se comuniquen simultánea y perfectamente a través del oído y de la vista, aunque aquél se encuentre en Terrinches y éste en Jaipur. Se llaman el uno al otro, y se ven, y se escuchan como si estuviesen a la vera.
Vemos todos, con la mayor naturalidad, que se pueda sustituir la válvula aórtica sin necesidad de utilizar el bisturí, o que por la invención y el desarrollo de la resonancia magnética nuclear se puedan ver nítidamente imágenes del cerebro y del corazón humano, incluso bombeando.
Nos parece muy normal que a través del GPS se pueda medir la clorofila que tienen las plantas y así saber cuáles son las vides que ya están aptas para una vendimia conveniente. Como son ya archisabidos los descubrimientos sobre las interacciones de los quarks y el concepto de libertad asintótica en cromodinámica cuántica.
Y oímos, sin extrañarnos para nada, que se ha hecho un nuevo avance en eso de los genomas (sí, ya me entienden, el conjunto de células haploides de un organismo) y no digamos nada del ácido ribonucleico, del que ya hemos aprendido todos que está ubicado en las células de tipo eucarionte y procarionte, y por el que llegamos al ADN con su ribosa, su fosfato y su compuesto nitrogenado. Bien es cierto que aún no nos hemos podido enterar de por qué el ARN contiene la base uracilo en vez de la timina, pero mi amigo Evaristo Quevedo, que sabe mucho de esto, y algunos colegas suyos, pronto lo averiguarán.
Por último, nos acabamos de enterar de que se ha puesto en funcionamiento eso del acelerador de partículas, algo inimaginable e inexplicable para la inmensa mayoría de los mortales, y que igual puede terminar con el descubrimiento de cómo fue la formación de la materia, como crear un agujero negro que acabe en un rato con nuestro planeta.
Pero pese a todos estos avances, y muchísimos más que alguno de ustedes conocerán a la perfección, hay, aunque parezca mentira y pese a tantos adelantos y descubrimientos, infinidad de situaciones a las que aún no ha sabido aprender el ser humano cuáles son los medios necesarios para que no se produzcan, o, al menos, para solucionarlas. No ha sabido o no ha podido, ya que el hombre, pese a la grandeza de su mente y a su enorme esfuerzo, a veces se ve afectado por una agenesia que le impide salir victorioso en algunos lances. Así, podemos en muchos casos prevenir, educar, asegurar, anotar, controlar, ejemplarizar, culturizar, sanar y mil verbos más que se piensen. Podemos poner rodrigones, marcar sendas, jalonar veredas, señalar fechas y horarios, instalar atalayas, colocar vigías, establecer fronteras, sustentar los cimientos con pilotes y recalzos, observar estrictas reglas de higiene y ortodoxia, pero de ningún modo conseguiremos nunca librarnos en muchas coyunturas del albur de la desgracia, como en otras no tendremos jamás la seguridad del éxito.
¿Que a qué me estoy refiriendo? Pues miren, a lo siguiente:
-Cuando a alguien cercano a nosotros le han detectado un tumor, y esperando que el resultado de la biopsia sea negativo, decimos: Inshallah.
-Cuando hacemos un viaje, ante la posibilidad de un accidente y con el deseo de llegar bien, decimos: Inshallah.
-Cuando la madre, viendo que son las cinco de la mañana y que el hijo no ha regresado aún, sabedora de que bebe a veces y a veces se droga, con el deseo de que vuelva bien esa noche, dice: Inshallah.
-Cuando el agricultor, sin otro haber que su cosecha, y viendo que ésta se está agostando, con el deseo de que llueva pronto, dice: Inshallah.
-Contemplando tanta medianía (…”al ver cómo es el mérito mendigo nato y ver como es alzada en palmas la vil nulidad”…), son muchos los que desean que aparezca pronto otro Aristóteles, otro Cervantes, otro Miguel Ángel, otra Teresa de Calcuta, otra Marie Curie. Y en ese anhelo, dicen: Inshallah.
-Con el dolor de las experiencias sufridas, hay quien aguarda a que el tifón respete aldeas y vidas a su paso por Haití o el tsunami lo haga igualmente en Indonesia. Y con esa esperanza suplica: Inshallah.
-Y usted y yo, y tantos y tantos otros, hartos de ver tanta masacre, tanto dolor y tanto exterminio inútil, pero incapaces por nosotros mismos de hacer algo para acabar con las guerras y los fanatismos, suplicamos, por si sirviese de algo: Inshallah.
-Y usted y yo, y tantos y tantos otros, gemidores y quizás avergonzados por no dedicarnos nunca a poner siquiera un grano de arena para que no sigan muriendo de hambre millones de niños, elevamos los ojos al cielo y decimos: Inshallah.
Es seguro, conveniente y deseable que se seguirá investigando y solucionando problemas y dificultades que hoy nos parecen insalvables y que en un futuro, quizás no muy lejano, serán ya banalidades. Pero también es cierto que podríamos seguir enumerando otros muchos cómos, cuándos y porqués, sabiendo perfectamente que, ante nuestra reconocida impotencia para solucionarlos, tendremos que recurrir al destino o a la providencia, (cada uno creerá en lo que quiera) para decir de nuevo resignada y humildemente:
Inshallah ..... Inshallah …..Inshallah…...
Octubre 2008

Publicado en “El Periódico” de Tomelloso el 3 de octubre de 2008